Diferentes Bajos Mundos

Al parecer tengo tendencias masoquistas. A pesar de toda la mierda que hablo de Primera Hora sigue metiéndome en internet a leerlo. Pero entre todas las noticias de Maripili que sacan todo el tiempo hay ocasiones en que se encuentra alguna noticia interesante. Me tope con esta.

Antes de comenzar a decir nada, la idea que se busque que no se financien las campanas con dinero del narcotráfico en principio me parece bien. Nadie puede estar de acuerdo que aquellos que rompan las leyes sean los que financien a los políticos.

Por otra parte esto me parece una hipocresía. No necesariamente de García Padilla que, por ahora, no debo dudar que es sincero cuando propone esto. Aun sin cuestionar su honestidad, este claro acto de propaganda política utilizando un tema que nos preocupa a todos, es un tema que se debe discutir.

Diversificación de los recaudos

En donde radica la hipocresía, de la que pecan todos los políticos con discursos como este, es cuando señalan solamente el narcotráfico como la fuente de “la corrupción rampante, a nivel personal y colectivo”. Como si estos fueran los únicos que rompiesen la ley. Hablemos claro. ¡Aquí todos rompemos la ley! De una forma u otra. Pero hay circunstancias en que los efectos tienen mayores o menores repercusiones en la sociedad.

No niego el deterioro de salud física y mental que sufre aquel que decide jartarse de drogas. Ni tampoco niego la repercusión social y el costo que tiene para nuestra sociedad su uso. Pero estos problemas hay que tratarlos como enfermedades y la solución no es (evidentemente después de tantos años) seguir arrestando gente si no atacando las razones que llevan al uso de ciertas drogas.

Por otro lado hay quienes rompen la ley y no están enfermos. Este gente son empresarios, son constructores son comerciantes. Son accionistas de corporaciones y son ciertas familias (¿quién dijo Fonalledas? ¿Nadie?... a… ok) Son grupos de interés que venden productos completamente legales. Esa gente compra leyes a fuerza de billetes, de viajes, de comidas y tragos. Esa gente rompe la ley y se roba nuestro dinero pero no hay nadie persiguiéndolos. Solo hay que ver cuántas personas son procesadas por estos delitos.

Esto no es dándole propina al vale parkin

Además hay que tener claro un asunto. La proximidad de los políticos a lo que se conoce como bajo mundo depende de muchos asuntos. Depende de su extracción de clase, depende de la región que representes, depende de a que te dedicabas antes de dedicarte a la política partidista. La posibilidad que los contribuyentes de campana provengan del llamado bajo mundo en menos probable si tu historial es de cuna de oro. Son los grupos arriba mencionados que tendrán acceso a estos políticos buscando convencerlos de que su lucro personal es el bienestar de la mayoría, que construir X complejo comercial o de viviendas es mejor que la zona del carso. 

Pero confiando en la sinceridad de las palabras de este candidato y utilizando las mismas (según el último párrafo del artículo)

“Aceptar dinero del narcotráfico de contratistas, empresarios, desarrolladores, grupos de interés es ser cómplice del asesinato de nuestros bosques, nuestros acuíferos y nuestras playas. Construir otro centro comercial de la perversión de nuestra juventud y de la actividad delictiva más vil: hacer creer que el dinero y el consumo desmedido es una mejor vida. Como el resto del pueblo puertorriqueño, ni yo ni este partido puede aceptar esta conducta de parte de quienes estamos llamados a servir en pro del bien común”.