Extraña vida: el gringo

Sé que llevo semanas sin escribir y tengo una buena razón. Algunos sabrán y a otros le importara poco que estuve de viaje. Durante unos días la gran manzana fue mi hogar. Debo decir que para mi sorpresa me gustó con cojones. De hecho mi primer post iba a ser sobre el viaje. Un post al estilo de @flanivan que mientras nosotros la pasamos cabrón viviendo en este maravilloso país el se pasa sufriendo en Corea del Sur como podrán ver en su blog.

Para hacer un post como ese ando esperando que el pana mío que tomó las fotos me las envíe. Eso, según pude notar cuando usé su cámara, puede que tarde. Particularmente por qué me fije que aun no había bajado fotos de cuando la gente pensaba que Fortuño era buena gente… (si alguien no entendió el chiste eso era cuando no era gobernador). Así que a lo que el hacha va y viene contaré algo que me ocurrió en Nueva York.

Una noche salí a dar una vuelta solo por ahí sin ningún rumbo en particular lo que inevitablemente tiene como resultado terminar bebiendo. Podría pensar que subconscientemente esa fue la intención inicial pero quiero atrasar algunos años mas mi primera visita a AA.

Resulta que me meto a este bar alemán. Era pequeño y acogedor. Un menú limitado (como la comida alemana) y unas 20-30 marcas de cervezas cuyo nombre no puedo mencionar una sola.

Ante esa realidad le pido una recomendación a la guapa dependiente y esta obviamente me ofrece la más cara en el menú. Si han ido a Nueva York sabrán que una cerveza puede salir tan cara que piensas que estas comprando un tuelf pack de Medallas. Es más cuando llegue a Puerto Rico fui al chichorro donde en ocasiones bebo e invite a todos los presentes a un trago de lo que quisieran en dos ocasiones y aun así me salió más barato que las cervezas que me di en el ese lugar. Admito, sin embargo, que es una de las mejores cervezas que he probado en mi vida.

Este lugar era como una especie de pasillo con largas mesas y mientras me disfrutaba lo que me vendieron a precio de oro líquido llegaron dos tipos. Eran los típicos gringos, solo que sin los cortos y camisas “caribeñas” con que estamos acostumbrados a verlos acá en Puerto Rico. Como estaba solo en una de esas largas mesas me pidieron permiso para  sentarse y yo les dije: chuur, sit daun! Comenzaron a hablar yo que estaba solo y algo aburrido y me creo que hablo y entiendo ingles bien cabrón cuando bebo me puse a escuchar.

Antes de que digan que soy un presentao a mi favor esta que esa barra no tenía televisor (aunque parece que están buscando comprar uno y con lo que me cobraron esa noche de seguro completaron) y que escuche la palabra unfeitful… Las condiciones estaban perfectas, una barra, yo solo, par de cervezas de mas (les mencione que era cara con cojones) y un chisme de cuernos.

Fije mi vista a un punto cualquiera y comencé a escuchar.

La historia era esta: el tipo se había enterado que su novia, con quien convivía, estaba siéndole infiel. El tipo los cogió en el acto. La tipa se paro rápidamente y luego de que la cosa se tranquilizó ella le explicó la razón para semejante acción. Ella le dijo que ella le había hablado antes de esta persona. Que si se acordaba de esta persona que era bien especial en su vida. Ante la contestación afirmativa del injuriado. Ella le dijo que nunca los había presentado pero que esa era la persona que estaba en su cama…

Yo escuchaba extasiado ante la imagen que se creaba en mi cabeza de cómo había sido este momento.

Según el gringo venao ella le dijo que esa persona que acababa de conocer había sido una pareja sumamente importante para ella y que nunca había salido completamente de su vida. Que cuando ella estaba en sus peores momentos él la había ayudado. Argumentaba ella que este asunto se iba a resolver en los próximos meses y que no sabrían nuevamente de él. Que durante este tiempo ella le pedía al cuernu comprensión hasta que pudiera salir por completo de esa persona. Que sería una cuestión gradual hasta terminar completamente y de una vez por todas con esta persona. ¡Ella solicitaba algunos meses pegándoselas para que la ruptura no fuera tan dolorosa y fuera definitiva!

Escuchaba esta historia y me bebía mi cerveza como si me hubiera pasao del pique casero ese que uno le pone a todo cuando come en Guavate. Alce mi mano pidiendo otro vaso, de lo que pienso que por el precio era petróleo con sabor a deliciosa cerveza, por que el resto de la historia no me lo podía mamar a secas.

El tipo dijo que entendió lo que ella le pedía y de momento comenzó a justificar las razones que ella tenía para hacer eso que hacía. Y que a pesar de que había estado engañándolo a su espalda ahora ella le estaba siendo clara y le había pedido su comprensión.

¡Hasta ahí fue que llegue yo! Ya no podía mirar hacia otro lado disimulando que no estaba escuchando y los mire a ambos porque quería que supieran que los estaba escuchando. ¡Yo tenía que participar de esa conversación y tal vez golpear al gringo ese pa que reaccionara! ¡Este tipo estaba dispuesto a que se las pegaran por un tiempo con tal de seguir con la tipa! Se hicieron los locos por que de seguro no querían escuchar el comentario del latino presentao que tenían al lado. Yo me contuve y volví a mirar a cualquier punto pero con la oreja más pará que nunca. Pensé que no era mi lugar y agradecí que al menos hubiera un amigo ahí para apoyarlo.

Sé que esta historia no debe sorprender a mucha gente el cuerno, esta que hace orilla. Pero, ¿hemos llegado al punto de permitir descaradamente este tipo de cabronerias? (literalmente).

El pana, después de escuchar toda esta historia, decidió abrir la boca. Y reproduzco lo mejor posible sus palabras.

“Creo que debes apreciar la persona con que estas y su sinceridad en un momento como este” “Si la amas creo que debes esperar y darle el tiempo que está pidiendo.” “Eso si, que cuando valla a verlo que no te lo oculte y que te lo diga.” “Además que te prometa que algo así no vuelve a pasar en tu casa”

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Así fue como me quede. De momento el “amigo” me miró y bajo la voz, pero aun así escuche cuando dijo. “Tú sabes que los latinos son bien “calientes”, tu sabes cómo es ella de “caliente” pero también sabes que si ella está haciendo ese compromiso contigo es que lo va a cumplir”

Me levante inmediatamente de la mesa y bien indignado dije pa’ que me escucharan “es que hay que ser gringo pa’ ser pendejo”.  Me miraron con caras de asustaos por la brusca reacción y salí del local…

Quiero dejar claro una cosa mi indignación no era por que estuvieran insinuando que la tipa era una puta por ser latina. ¡Es que ante semejante espectáculo de cabrón manso cualquiera se indigna!

Ahora todo quedaba claro. Solo una latina podría salir con esa hijadelagranputeria. La tipa tenía al tipo pisao y pienso que también se limpiaba al mejor amigo. Que al menos parece que por principio no se la tiraba en la casa del cebú.