Vía electrónica me ha llegado un pie forzado. Esta cuestión del reto me ha gustado así que gustosamente lo he aceptado. Es más si de aquí en adelante a alguien se le ocurre alguno siéntanse en la libertad de enviarlo y yo me sentiré en la libertad e hacerle caso... o no
La intensidad y los placeres nos llevan a lugares extraños fue el pie forzado dado. Me acuerdo la vez que mi abuelo me pregunto si yo había estado con una mujer. Sus palabras más exactas fueron “¿Has estado con una mujer?” Yo como todo un machito le dije que tenía varias jevitas. El me dijo que conocía a una mujer que no era puta, que ese no era su trabajo, pero de vez en cuando se dedicaba a debutar a muchachos como yo. Que tenía como 30 y pico de años y que era una hembra. Sus palabras exactas se grabaron en mi, casi las puedo escuchar, fueron: “Conozco a una mujer que no es puta, ese no es su trabajo, pero de ves en cuando se dedica a debutar muchachos como tú. Tiene como 30 y pico de años y es una hembra” Añadió que ella sabía hacerlo y que todo iba a salir bien. Luego de pensármelo en unos segundos con una voz segura pero cagao ante la realidad de tener que poner a prueba mi hombría de esa manera dije que tranquilo que ya había dos o tres jevas que tenía que iban a caer pronto. Aun me acuerdo como le conteste “tranquilo abuelo dos o tres de las jevas que tengo van a caer pronto”. Lo interesante de esta historia no es que yo tenía 13 años ni que obviamente era mentira que tenía 2 o 3 jevas. Lo importante, y antes de que nadie venga a llamar a servicios sociales, es que mi abuelo hizo lo necesario pa que yo acabara de una vez y por todas de perder la cherry.
Hice lo que tenía que hacer busque la nena mas fleje de la urbanización y le empecé a tirar (claro ya había escuchado que yo le gustaba si no no le hubiera tirao). La realidad es que la nena esa tenía 13 años pero el cuerpo de una de 15 pero la carita no era una cosa que dijeran “que bruto que cara más linda tiene esta nena”. Cuando ya las conversaciones pa mi ya estaban cuadras y yo ya le pichaba al miedo que tenia a convertirme “en todo un hombrecito” me entero que la intensidad y el placer llevo a un pana mío a un lugar extraño, al lugar de ser padre de la hija de la chamaca con quien me proponía debutar. Nunca le he dado las gracias formales a este pana, por eso aquí, en este momento, hago lo propio: ¡Cabrón gracias! ¡Ese puede haber sido yo! Te quiero y bendiciones pa ti y pa los hijos tuyos.
Pero un libidinoso Serio se había despertado. La intensidad y los placeres me llevaron a un lugar extraño y aun con 13 años este fue a la ventana de mi vecina que tenía como 20 anos y para mí el cuerpo de una mujerota. Esta tenia la extraña costumbre de llegar a su cuarto y quedarse en ropa interior y a veces (alabado sea Willkins) sin bracieres. Hoy en día tengo la ligera sospecha de que ella sabía que yo (y a veces yo y algún pana) estaba ahí mirando. No sé si es que ya estoy grande y me doy cuenta de cosas que en ese momento no me daba cuenta o se deba al hecho que mientras estaba en el techo de la casa de al lado mirando por su ventana ella más de una vez se acerco a esta y se quedo mirando fijamente a donde yo estaba y se echaba a reír y seguía de lo más normal. ¡Quién sabe!
Cuando ver a la vecina por la ventana no fue suficiente decidí que era el momento de actuar. Para mi beneficio me había mudado lo que me dio espacio de conocer chamacas nuevas. La intensidad y el placer me llevo al extraño lugar de el cuarto de los padres de una joven de mi edad (ya tenía 14 años) a la que yo cada mañana, y muy responsable mente, le llevaba el Nuevo Día. El trabajo de porteador de periódico tiene sus beneficios. También tiene su beneficios irse a tiempo pues a mitad de mi debut una ráfaga de razón hizo que mirase mi reloj que indicaba que tenia 5 minutos para salir del hogar pues su madre estaba por llegar. Me cruce con esta mientras salía de su calle la madre me saludo con la mano y yo respondí diciendo adiós con una sensación de alivio en el pecho, ligero de pies y la sonrisa mas grande que yo he tenido en mi vida.
Hay algunos de estos lugares a donde me llevo la intensidad y el placer a los que jamas pensé que llegaría. Pudiendo ser estos bajo una cama o un closet desnudo ocultándome para no ser sorprendido en búsqueda de placer o corriendo intensamente por las calles de una urbanización semi desnudo ante la vista de todos luego que un irresponsable padre volviese a su hogar antes de la hora correcta y sin antes llamar.
Sin duda, en ocasiones, la intensidad y los placeres nos llevan a lugares extraños algunos buenos y otros… más extraños aun.
¿A donde te ha llevado a ti?